LA BIBLIOTECA COLOMBIANA DE FILOSOFÍA:

EN TORNO A UN THESAURUS FILOSÓFICO COLOMBIANO

Por: Damián Pachón Soto.
Estudiante del Doctorado en Filosofía de la Universidad Santo Tomás, profesor del
Departamento de Ciencia Política, U. Nacional de Colombia.



[
Ponencia presentada en el XIV Coloquio de la Sociedad Colombiana de Filosofía, Diciembre 4 de 2009, Universidad Nacional de Colombia]

En el ensayo “Filosofía colombiana del pasado y del futuro”, publicado en el volumen Espíritu y camino de Hispanoamérica de 1953, Víctor Frankl- además de llamar a completar nuestra Edad Media- recomendaba la creación de un “Centro de Investigación de la Historia de las ideas en Colombia”[1]. Esta propuesta, que en el autor citado tenía el fin de escrutar nuestra tradición española para encausarnos en ella y a partir de ahí producir la “filosofía colombiana del futuro”, ha tenido efectivamente eco entre nosotros: no para realizar los anhelos de Frankl, sino para revisar el proceso filosófico en Colombia.

Desde esa fecha es mucho lo que se ha hecho en Colombia. Si tenemos en cuenta el retroceso que en los años 50 se dio en el proceso de la llamada normalización filosófica, es cierto también que a pesar de la Violencia, en el país la vida intelectual no se detuvo. En los años 50 la revista Mito logró, por fuera de la universidad, mantener una difusión de lo más selecto del pensamiento, la literatura y la cultura universal. Lo mismo puede decirse de la revista Eco fundada en 1960. En estos dos medios, se publicaron artículos sobre Husserl, Heidegger, Nietzsche, Sartre, etc., publicaciones con las que se luchaba contra lo que Marta Traba llamaba el más “aguerrido bastión del inmovilismo”[2], esto es, la lucha contra el conservadurismo y las pretensiones togadas de mantener el país sumido en la ignorancia.

Sin duda estas publicaciones, más el esfuerzo de los maestros recién llegados de Alemania, entre ellos, Danilo Cruz Vélez, Rafael Carrillo, Daniel Herrera Restrepo, etc., permitió que la normalización, entendida como el ingreso de la filosofía moderna en Colombia con cierto ambiente social e institucional, se realizara casi plenamente en los años 70, cuando por el país desfilaban corrientes del pensamiento europeo como el estructuralismo, la teoría crítica de la sociedad, la filosofía analítica inglesa, etc. Asimismo, había una normalización en el estudio del marxismo, más no producido por los maestros ya nombrados, sino por el esfuerzo de autores como Estanislao Zuleta que ya en su artículo “Marxismo y Psicoanálisis” publicado en 1964 en la Revista Estrategia intentaba superar el marxismo papal del Partido Comunista. En efecto, Zuleta intentaba abrir el marxismo a otras posibilidades interpretativas, como la de Freud, con lo cual avanzaba en el camino que la Escuela de Frankfurt había abierto, especialmente, con Eros y civilización de Herbert Marcuse. Esa labor, y en un sentido más amplio, la continuó el maestro Rubén Jaramillo Vélez a partir de 1972 cuando regresa de Alemania.

Como es bien sabido, es el ensayo “Temas y corrientes de la filosofía colombiana en el siglo XX” del maestro Rubén Sierra Mejía, el que presenta por primera vez un análisis completo del proceso filosófico entre nosotros en el pasado siglo[3]. A su vez, fue la labor del mismo Sierra Mejía el que permitió que en el año 1985 apareciera el libro La filosofía en Colombia (Siglo XX), libro en el cual se presentó una antología que reunía ensayos de los filósofos más representativos de la época. Para entonces ya era claro en la comunidad filosófica colombiana quiénes habían permitido que la filosofía en Colombia alcanzara el puesto que había obtenido.

Es precisamente en 1985 cuando nace la Biblioteca Colombiana de Filosofía (BCF) de la Universidad Santo Tomás, fundada por Joaquín Zabalza Iriarte y dirigida por Daniel Herrera Restrepo hasta el año 2008, cuando él sugirió mi nombre para que asumiera la dirección de la Colección. Ahora, en esos momentos se dijo que el objetivo de la Biblioteca era publicar lo más representativo de los filósofos colombianos de la época, pero además se agregó que: “esta colección va dirigida también a otro propósito: el de incrementar en las facultades y departamentos de filosofía del pais, el conocimiento y reconocimiento de una tradición interna en nuestro filosofar”[4]. Junto al conocimiento de la tradición filosófica interna aparecía el estudio y diálogo necesario con la tradición universal, tal como sostuvo el padre Zabalza Iriarte.

En sus inicios, pues, la BCF tenía dos objetivos claros: difundir los escritos de nuestros filósofos más representativos[5] y promover el estudio entre nosotros de la tradición filosófica colombiana. Este último objetivo era necesario para completar la normalización filosófica. De tal manera que por normalización filosófica la Universidad Santo Tomas no entendía solamente la difusión, enseñanza y recepción de la filosofía universal, o el clima apto, sino también el estudio de la tradición filosófica colombiana, estudio que debía realizarse sin importar la calidad de esa tradición. Se entendía que por pobre que fueran esas obras, hacían parte inevitablemente de las vicisitudes del filosofar en nuestro país. Esto quiere decir, que se entendía ese problema como un proceso que había que reconstruir.

Ahora, según Daniel Herrera Restrepo, la BCF nació justo en el momento en que se debatía en Colombia sobre la existencia o no de una filosofía latinoamericana propia, lo mismo si existía o no una filosofía colombiana. En este caso, la sugerencia de Daniel Herrera fue que en vez de especular sobre esos problemas se creara una Colección que publicara directamente los textos filosóficos escritos por los filósofos- Sólo así se contaba con una fuente primaria para que la gente estudiara la producción filosófica de nuestros pensadores. En ese sentido, entonces, se avanzaba en la discusión sobre la filosofía latinoamericana y colombiana. Es en el contexto de esta discusión, donde en el marco del IV Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana se realizó un debate sobre las “tendencias actuales de la filosofía” en Colombia, congreso en el que participaron Rafael Carrillo, Danilo Cruz Vélez, Jorge Aurelio Díaz, Ramón Pérez Mantilla, Daniel Herrera Restrepo, entre otros. Ese congreso está publicado en la Colección Biblioteca Colombiana de Filosofía.

La Colección Biblioteca Colombiana de Filosofía se inauguró con el texto Tractatus de actibus humanis de Jacinto Antonio de Buenaventura, seguido por La filosofía en Colombia: bibliografía del siglo XX. Los tres números siguientes cumplieron el objetivo inicial de la Colección. En ellos se publicaron los títulos De Hegel a Marcuse de Danilo Cruz Vélez, Escritos sobre fenomenología de Daniel Herrera y Escritos filosóficos de Rafael Carrillo. Estos tres últimos números iban precedidos por una entrevista que permitía recorrer el itinerario filosófico de cada uno de los autores. Con estas cinco publicaciones se rescataba la tradición, se inventariaba bibliografía sobre la filosofía en Colombia, se invitaba a estudiarla y se dieron a conocer escritos de tres de nuestros filósofos más sobresalientes.

En este sentido, la BCF ha publicado textos de autores como Germán Marquínez Argote, Roberto Salazar Ramos, Jaime Vélez Saénz, Abel Naranjo Villegas, etc. Han sido textos representativos que están a la mano para que el público pueda acercarse directamente a su pensamiento. Asimismo, y en la línea de recuperar la tradición se han publicado las obras completas de José Félix de Restrepo y los Escritos éticos de Ezequiel Rojas. Este trabajo ha sido complementado con la publicación de textos selectos de la Ilustración realizado por Tersa Houghton. Por otro lado, completa este cuadro las investigaciones sobre la bibliografía. Estas investigaciones inventarían y explican sucintamente los escritos existentes sobre filosofía en Colombia. Hasta el momento la BCF ha publicado números con la bibliografía de la filosofía de los siglos XVI, XVII y parte del siglo XVIII, lo mismo que el número ya citado sobre la bibliografía del siglo XX. Estos inventarios, por llamarlos así, son supremamente útiles a la hora de un estudio sobre nuestro pasado filosófico, pues permiten determinar qué se publicaba, cuáles eran los temas sobre los que se estaban pensando los filósofos, las orientaciones principales y las corrientes filosóficas extranjeras en recepción o que animaban la discusión.

Con todo, la BCF ha ido más allá de sus objetivos iniciales, pues en varios números ha publicado las memorias de los Congresos Internacionales de Filosofía Latinoamericana que viene realizando la Universidad Santo Tomás hace más de tres décadas. En este caso no se ha tratado de un autor colombiano, de una antología de textos de un autor representativo, ni de inventarios bibliográficos, sino que ha publicado debates actuales. Uno memorable lo constituye el número 19 titulado “La posmodernidad a debate” en el cual participaron Enrique Dussel, Giani Vattimo, Guillermo Hoyos Vásquez, Sergio de Zubiría y Santiago Castro-Gómez, entre otros. También se han publicado otros números sobre estos congresos con temas como la hermenéutica, los derechos humanos, la religión y el multiculturalismo. En este sentido, la publicación de estos debates y temáticas contribuye a difundir la reflexión sobre problemas vigentes que ocupan a los filósofos de hoy. Así se contribuye al debate contemporáneo en múltiples aspectos.

Otro aspecto en el que la Biblioteca Colombiana ha traspasado sus objetivos iniciales es con la publicación de “estudios sobre” autores colombianos e iberoamericanos. Ya con la publicación del texto “Sobre filosofía española y latinoamericana” de Germán Marquínez Argote aparecen estudios sobre filósofos como Xavier Zubiri, que indudablemente, pertenece a nuestra tradición hispanoamericana independientemente que su influencia en América y Colombia no haya sido equiparable a la influencia de Ortega y Gasset. Igualmente se publicó en el año 2006 el estudio de Daniel Herrera sobre José Félix de Restrepo. Con estos estudios “sobre” autores de nuestra tradición se busca principalmente esclarecer parte de nuestro proceso filosófico, tarea, que como lo reafirma este coloquio hoy, está- y tal vez estará siempre- inconclusa.

Este es el balance que podemos hacer en estos 24 años de existencia de la BCF. Pero, ¿cómo está la BCF hoy? ¿Cuáles son sus derroteros para los próximos años? ¿Cómo espera seguir contribuyendo al esclarecimiento del proceso filosófico colombiano?

Estado actual

Actualmente, después de publicar el texto La educación de los sentidos en Xavier Zubiri. Un estudio noológico de Rafael Antolínez Camargo, se prepara la publicación de una antología de ensayo del fallecido maestro Rafael Gutiérrez Girardot. Es cierto que hay en Colombia una discusión sobre el trabajo de Gutiérrez que como bien se sabe se movió en la crítica literaria, sin embargo, no se puede desconocer que en todos sus estudios hay un diálogo entre sociología, historia, literatura y filosofía. Gutiérrez es, definitivamente, alguien que contribuyó al proceso de normalización de la filosofía en Colombia. Eso lo prueba sus tempranas traducciones de Heidegger publicadas en Ideas y valores en los años 50; lo mismo que artículos sobre Nietzsche y Hegel publicados en la Revista Mito y otros en Revistas como Bolívar y Eco. Si bien Gutiérrez no desarrolló su carrera en Colombia, sino en Alemania, siempre estuvo en el debate intelectual nuestro, debates en los que intervino siempre de manera polémica, lo cual le sumó un buen número de detractores. Con todo, no se pueden desconocer sus escritos sobre Benjamín, Lukács, Foucault, Nietzsche, Hegel, Ortega y Gasset y un libro como El fin de la filosofía y otros ensayos donde la influencia de Heidegger es notoria.

La biblioteca también continua con el estudio y los inventarios sobre la filosofía del siglo XIX, trabajo que se publicará el próximo año, realizado por Teresa Houghton Pérez con la colaboración de Gloria Isabel Reyes.

Próximas publicaciones.

Para los próximos años la Colección mantiene su espíritu, eso sí, buscando superar los obstáculos que hasta el momento se han presentado. En adelante la BCF publicará dos números por año. De tal manera que como su Director me permito anunciar el siguiente plan de trabajo:

Primer Semestre de 2010: publicación del texto “Incursiones filosóficas” de Rafael Gutiérrez Girardot.

Segundo Semestre de 2010: “Bibliografía filosófica del siglo XIX” de Teresa Houghton Pérez y Gloria Isabel Reyes.

Primer Semestre de 2011: Antología de ensayos filosóficos de Cayetano Betancur, a quien no se le ha publicado en la BCF. Su obra ha sido difundida, más bien, por la Universidad de Antioquia.

Segundo Semestre de 2011: Antología de ensayos filosóficos de Luis Eduardo Nieto Arteta. Se prevé la publicación de su libro Lógica, fenomenología y formalismo jurídico (1951), más ensayos como Ontología de lo social de 1951.

Primer semestre de 2012: ensayos selectos de Rubén Sierra Mejía, en homenaje además, por sus contribuciones al estudio del pensamiento colombiano, labor que viene desempeñando hasta hoy.

Segundo semestre de 2012: escritos filosóficos de Guillermo Hoyos Vásquez, quien ayudó al proceso de normalización de la filosofía en Colombia, especialmente, con sus estudios sobre fenomenología y su difusión de la Escuela de Frankfurt, en particular, el pensamiento de Habermas.

Primer Semestre de 2013: Escritos filosóficos de Estanislao Zuleta. Si bien su obra ha sido ampliamente distribuida por la fundación que lleva su nombre, la BCF piensa publicar sus ensayos más representativos en el campo de la filosofía. Zuleta fue, además, uno de los filósofos al margen de la academia oficial, que con sus estudios ayudó a la normalización en Colombia, especialmente, con sus escritos sobre marxismo.

Segundo semestre de 2013: selección de ensayos filosóficos del maestro Rubén Jaramillo Vélez. Jaramillo Vélez también hace parte de ese proceso de normalización tal como lo mostré en el texto El puesto de Rubén Jaramillo Vélez en la filosofía en Colombia, en especial, por sus estudios y difusión de la primera generación de la Escuela de Frankfurt[6].

Primer Semestre de 2014: Reedición del texto Estudios sobre Hegel de Jorge Aurelio Díaz, un texto que ya no es de fácil aceso a los estudiantes. En este número se pueden incluir otros estudios del profesor Jorge Aurelio quien ha sido uno de los filósofos más destacados en el ámbito nacional por su trabajo sobre Hegel y el idealismo alemán.

Segundo Semestre de 2014: Selección de ensayos de Julio Enrique Blanco, quien se viene anunciando desde 1986, pero cuya obra no ha gozado del reconocimiento suficiente. Sólo existen algunos estudios[7] y la publicación de su correspondencia con Luis López de Mesa, además de los artículos suyos publicados en la Universidad de Antioquia.

Este es el plan de 5 años que entrega hoy la BCF. En los años posteriores se piensa incluir autores como Ramón Pérez Mantilla, Angelo Papacchini, Jaime Rubio y escritos filosóficos de Antonio García, a la vez que se piensa reeditar parte de lo ya publicado, por ejemplo, el famoso congreso de 1986 sobre las tendencias actuales de la filosofía en Colombia, el texto De Hegel a Marcuse de Danilo Cruz Vélez, los escritos éticos de Ezequiel Rojas, entre otros.

Perspectivas en torno al proceso filosófico colombiano.

Hay que decir que en estos 24 años de existencia la BCF no ha estado exenta de los problemas que más aqueja a la investigación en Colombia: el aspecto presupuestal. Hasta el momento no se ha podido mantener una periodicidad estricta. En ocasiones han pasado hasta cuatro años para que se dé una nueva publicación. Por otro lado, sus publicaciones no han tenido la difusión necesaria, problema que en verdad enfrentan todas las editoriales de las universidades.

Por otro lado, recordemos que uno de los objetivos al crearse la BCF fue la de promover el estudio del pensamiento colombiano. Este objetivo no se ha cumplido cabalmente, pues la mayoría de facultades de filosofía del país se dedican al estudio del pensamiento europeo y norteamericano, pero desdeñan francamente la producción filosófica en Colombia. Son muy pocos los esfuerzos encaminados al logro de una mayor atención hacia la producción filosófica nuestra. Hoy en día un estudiante de filosofía puede ser un especialista en las aventuras de la conciencia de Hegel – cosa de por sí muy loable- pero puede ser un total analfabeta del proceso filosófico nuestro y el del continente. En este sentido, hay que destacar la labor que entre nosotros vienen ejerciendo filósofos como Leonardo Tovar González, Manuel Guillermo Rodríguez, Rubén Sierra Mejía y Damián Pachón Soto con su Estudios sobre el pensamiento colombiano, Vol., I (2011). Hay que destacar también la labor del filósofo cubano Pablo Guadarrama González que ha promovido el estudio de nuestro pensamiento. Incluso él mismo se ha ocupado de autores como Nieto Arteta y Antonio García.

Hoy hay una tarea urgente: normalizar en las facultades de filosofía el estudio sobre obras representativas del pensamiento colombiano y latinoamericano. Esto implica abrir más las perspectivas y ser conscientes que parte de la tarea del filósofo es preguntarse por el contexto desde el cual filosofa, así como sobre las limitaciones de su ambiente filosófico. El estudio del pensamiento colombiano y su proceso dilucida esas limitaciones y de paso, contribuye a otear perspectivas para superarlas. Esa normalización del estudio del pensamiento colombiano debe ir acompañado por una actitud libre de prejuicios donde de entrada no se menosprecie nuestra tradición. Sólo así se dan pasos para la inclusión de este tipo de materias y temas dentro del pensum de las facultades de filosofía. Los programas académicos en filosofía deben mirar hacia allá y contribuir con la misión de un mejor autoconocimiento de nuestro contexto filosófico.

Pero la normalización exigida ahora, también implica un mayor compromiso de decanos y directivas de las facultades de filosofía, así como de las universidades. Esos compromisos deben asegurar el presupuesto para la publicación y difusión de los textos de las colecciones referidas al pensamiento colombiano. Si se publica algo es para que se difunda. En este sentido, las editoriales deben buscar acuerdos, convenios, etc., para que puedan comercializar sus publicaciones.

En consonancia con lo anterior, la publicación virtual es fundamental. Por eso la Biblioteca Colombiana de Filosofía, en este proyecto de crear una colección con lo más representativo, se compromete a publicar su colección en la Red. Eso contribuye, en las actuales condiciones, a una mayor difusión de sus productos de investigación.

En este sentido, creemos que el trabajo permanente con otras instituciones interesadas en este proyecto, así como con la Sociedad Colombiana de Filosofía, es fundamental. No sólo es una unión en pro de un proyecto común, sino que es, en sí mismo, el fortalecimiento de la comunidad filosófica colombiana.


[1] FRANKL, Víktor, “Filosofía colombiana del pasado y del futuro”, en Espíritu y camino de Hispanoamérica, Tomo I, Bogotá, Ministerio de Educación Nacional, 1953.

[2] VERLICHAK, Victoria, Marta Traba, una terquedad furibunda, Bogotá, Planeta, 2003, p. 133

[3] SIERRA MEJÍA, Rubén, “Temas y corrientes de la filosofía colombiana en el siglo XX”, en: Ensayos filosóficos, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1978, p. 91 y ss.

[4] REYES, Gloria Isabel, “La Biblioteca Colombiana de Filosofía”, en: Revista Cuadernos de Filosofía Latinoamericana, No. 28-29, 1986, p. 193-194.

[5] En su escrito “La filosofía en la Colombia contemporánea, 1930-1988” dice Daniel Herrera que la BCF tenía como objetivo: “recoger los escritos más sobresalientes de los últimos dos siglos”, en: Por los senderos del filosofar, Bogotá, Universidad de San Buenaventura, 2009, p. 272.

[6] PACHÓN SOTO, Damián, “El puesto de Rubén Jaramillo Vélez en la filosofía en Colombia”, en: Revista Saga, No. 17, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2008, p. 119-127; Estudios sobre el pensamiento colombiano, Vol., 1, Bogotá, 2011, 352p.

[7] Véase, RODRÍGUEZ, Manuel Guillermo, La filosofía en Colombia. Modernidad y conflicto, Argentina, Laborde Editor, 2003, p. 285- 309

Comentarios

  1. Saludos, Excelente iniciativa. Me preguntaba si ese proyecto puede ser digital, es decir una base de datos con los textos, clases, vídeos e información sobre las publicaciones recientes? tienen alguna página de consulta o es una colección de publicaciones?

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