LA FILOSOFÍA Y LAS ENTRAÑAS. Pro-logos.


PRO – LOGOS

Por: Teresa Houghton.

“Nada se sabe de modo permanente”

María Zambrano

No es este un prólogo en el sentido estricto (Πρόλογος): antes del logos, antes de la palabra o el discurso; al menos no para mí, a quien el autor generosamente ha confiado la tarea de escribirlo .Lleva por tanto toda la intensidad del después de una lectura transida de asombro, conmoción interior y sentimiento, semejante al que se produce ante el nacimiento de un texto, mas que cualquier otro, diferente y único.

Afirman los historiadores del arte que cuando comenzó la pintura paisajista, los pintores colocaban su caballete al aire libre. Encima de ese caballete, un marco vacío permitía visualizar la fracción del paisaje que querían pintar. De esta manera, el entorno, el ambiente, la naturaleza, entraban en el lienzo sutilmente, marcados únicamente por la huella inconfundible de la mano del artista. Mas tarde los marcos de las obras de arte han sido objeto inclusive de bienales en las que subyace la pregunta: ¿dónde comienza y donde termina la obra? ¿Es el marco una parte de ella?

Ocurre de manera semejante cuando se lee este texto: los límites de la obra de María Zambrano y su contemplación por Damián, se confunden. Se trata entonces de una experiencia que convoca una suerte de inmersión, en los textos y su paisaje, su belleza y su profundidad.

Una metáfora me ha acompañado durante toda su lectura e invito al lector a compartirla: la metáfora de un eclipse lunar. Durante él, la luna sigue siendo la misma; solo que así situada se puede ver de una manera que únicamente la umbra y luego la penumbra nos revelan. No mas ni menos imponente o bella; solamente distinta .Por ello, en la medida que uno avanza, otra cara del autor, otra fase - si se me permite el término - de sí mismo se nos entrega. Como si logos y pathos se reencontraran para dar a luz la obra. Para decirlo en palabras de Damián, “parirlo”, expresión muchas veces asumida por él a lo largo del texto.

Si a decir de Cioran, la autora se sitúa “mas allá de la filosofía”, también acercarse a su obra implica una relación ambigua con ella - entendida la ambigüedad como riqueza de sentidos alternativos- : asistir al descubrimiento de su “razón en la sombra”, de textos no solo sorprendentemente bellos en sí mismos sino que en la umbra de la obra completa, revisada rigurosamente por Damián, nos revelan alguien a quien ningún oficio “impidió pensar”. Leer pues el presente texto, es como tocar el alma de María Zambrano y de paso asomarse un tanto a la del autor del mismo.

¿Cómo avanza el eclipse? ¿Cómo se refleja esta “razón en la sombra”?

Igual que en producciones anteriores de Damián Pachón , aquí también encontramos un manejo riguroso y crítico de la historia de la filosofía, un asomarse al contexto de la obra de María Zambrano, de su circunstancia ; pero mas allá de ello traspasamos una entrada al recinto de la vida y de alguna manera también de la conciencia, del “pensar viviente” de esta mujer de comienzos del siglo XX…, de su ritmo interior .

Por ello no es posible seguirlo solamente con la razón. Se perdería el viaje al interior del espíritu que lo ha hecho distinto. Como lo señalan las palabras preliminares, donde el lector encuentra la descripción de los temas capítulo por capítulo, se trata también de dejar que las palabras susciten mucho más que pensamientos.

El texto hace con Zambrano el recorrido de los momentos de la filosofía desde los griegos, alumbrando lo que ella toma de otros autores y la manera como éstos están en ella , cómo los hace hablar mas claro, más nítido, pero no por ello menos profundamente .A partir de ahí, entramos de lleno en la sombra que permite ver mas claro ; en la penumbra del lenguaje que muestra y esconde lo que vivió, lo que pensó, lo que escribió, padeció y gestó la autora , lo que calló y lo que sigue diciendo hoy a quien indaga mas allá de la sombra ,en los contrastes de lo claro y oscuro de la palabra dicha y de la presentida , en la intermitencia de la poesía y la filosofía.

¿Cómo ocurre todo esto? ¿Cómo nos alcanza esta experiencia?

Mediante “otro modo” de comunicar distinto del que el autor nos tenía acostumbrado. Otro modo que se enlaza con la resignificación de las metáforas y del lenguaje brillantemente utilizado por Zambrano. Por ello leer este texto es disponerse a transitar por los “claros del bosque”, ver salir “la aurora”, experimentar los “sueños y el tiempo”, “el horizonte” y también la “agonía”, “el delirio y el destino”, en la obra de María Zambrano. El lenguaje nos empuja a seguir de cerca el tono… la lumbre… el resplandor del habla de la autora, a través de la palabra cargada de “inteligencia sentiente” - como diría Zubiri- del mismo Damián. Casi sin notar la diferencia (el marco y la obra de arte), parece como si de muchas maneras ella le prestara las palabras porque lo ha acompañado también en su experiencia de vida .Porque así como hay un tiempo para cada libro, también hay una escritura para cada tiempo de su autor.

No se crea que este caminar por la experiencia del alma de la autora, que invita a la conciencia de sí, carece de mirada crítica. Fiel a su vocación de pensador lúcido y objetivo, el autor es muy explícito en reconocer las incoherencias, las vacilaciones, el oscilar de un logos que siempre estuvo traspasado con el pathos de una razón, que más allá de sí misma, dejó alumbrar en su vida y en su pensamiento el mundo de la mística

Alguno puede no estar de acuerdo con valoraciones acerca de los autores, de su influencia o momento histórico, inclusive de los juicios ponderados acerca de la obra filosófica de María Zambrano; pero no es posible ignorar la lucidez con que a la luz de los propios textos de ella, el libro nos permite hacer la inmersión en la temática para una vivencia que será única e irrepetible: entrar en el alma de esta mujer del siglo XX y con ello, de la filosofía en clave de mujer.

Éste, sin embargo, no es un libro para todos los públicos. Como los eclipses que se ven mejor con un filtro que deja pasar la luz ocultando, necesita la mediación de lo interior: logos a través de pathos. Un libro sentido antes que escrito. Donde, como en la obra de Zambrano, la racionalidad lejos de transparentar conceptos, los apresa para llevarlos a la luz de la conciencia de sí .Un libro donde se hacen realidad las palabras de ella: “no son sombras, son algos que el autor lleva en sí y consigo antes de darlos a luz”. (p.140) .Donde el “vitalismo cósmico” tan cercano a la formación de su autor, se traduce en alumbramiento de vida. Donde se hace verdad aquello que dice Innerarity de la filosofía: ella más que influir en la vida es un modo de conducirla. Porque la filosofía “no es el paso de la oscuridad a la epifanía, sino de la orientación en medio de la penumbra, el robo de un poco de claridad[1].

Como escribe Nietzsche en un escrito póstumo titulado Sobre el pathos de la verdad, “el arte es mas poderoso que el conocimiento. Pues él quiere la vida, mientras que el otro alcanza como último fin tan solo aniquilación” [2] ; En este caso, la muerte de la fría razón delante de la aurora; el “parto” de la luz que sale de la sombra, como la luna sale de la umbra y de la penumbra hacia la claridad.


[1] Innerarity Daniel. La filosofía como una de las bellas artes, Ariel, 1995.

[2] Citado en Ibid., p. 57

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